domingo, 27 de abril de 2014

Orígenes del Comercio Internacional

Para comenzar el tema, hablaremos del comercio, de sus orígenes, de esa necesidad del hombre de establecer vínculos principalmente de conveniencia y subsistencia. Intercambiar comida, vestimenta, piedras preciosa y más.

Los orígenes del comercio se remontan a finales del neolítico, cuando se instituyó la agricultura. Al principio era una agricultura de subsistencia, donde las cosechas obtenidas eran las justas para la población dedicada a los asuntos agrícolas. Sin embargo, a medida que iban incorporándose nuevos desarrollos en esta actividad, las cosechas obtenidas eran cada vez mayores y los excedentes facilitaron un intercambio local de otros bienes por alimentos, que dieron paso al trabajo con los metales, la rueda, el torno, la navegación, la escritura, nuevas formas de asentamientos urbanos, etcétera.

¿Pero qué pasaba con el exceso de demanda? Cada día la población aumentaba y dando un ejemplo, el alimento que se pescaba en Veracruz, también lo querían en el Centro de México ¿Qué hacer? Rutas comerciales. Y si por otra parte, ¿Qué pasaba si España comercializaba con los metales preciosos del actual México?

A lo largo de la Edad Media, empezaron a surgir unas rutas comerciales transcontinentales que intentaban suplir la alta demanda europea de bienes y mercancías. Entre las rutas más famosas
destaca la Ruta de la Seda, pero también había otros importantes como las rutas de importación de especias.
 
¿Quiénes dieron origen al comercio Internacional?
Adam Smith: Contribuyo con la teoría de la división internacional del trabajo al demostrar las ventajas de la especialización y las conveniencias del intercambio entre países, el libre cambio amplia la demande para los productos a la vez que la magnitud del mercado amplia los limites de la producción.

David Ricardo: Con su teoría de los costos comparativos abrió amplios oportunidades para el estudio del comercio internacional, este apoyaba la existencia de dos principios diferentes que regían. Por un lado, el intercambio nacional y por otro el intercambio internacional.

John S. Mill: Aporto con la demanda reciproca como la principal fuerza determinante de la relación de cambio, extrajo la ley de los valores internacionales que necesariamente produce el equilibrio en el intercambio internacional.

La revolución industrial en Inglaterra señaló el comienzo de una nueva era económica, y contribuyo al nacimiento de la Escuela Económica Clásica, llamada así por haber sido considerada como la fundadora de la Ciencia Económica.  Se afirma que la Escuela Clásica nace con la publicación de “La riqueza de las Naciones”, de Adam Smith, uno de los mayores exponentes, en el año 1776, otro que se destaco fue David Ricardo.

Hoy en día, y gracias a las herramientas telemáticas de comercio electrónico, en segundos conseguir lo que a veces tardaba meses, acortando los tiempos y las distancias, el gran reto es la armonización de los mercados laborales y regulatorios para que también logremos transferir los mecanismos de organización social que han logrado generar bienestar en los países más aventajados tecnológicamente. La relación entre mayor libertad económica y desarrollo es irrefutable.

 

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